MACETEROS
Tanto la forma
como el tamaño y los materiales en los que están construidos, deben estar bien adecuados a
cada tipo planta. Las podemos encontrar en diferentes formas, desde cuadradas,
cónicas, cúbicas, etc. También los tamaños son muy variables las anchas y
planas deberán ser para plantas con raíces muy superficiales, como bulbosas o
azaleas. Para instalar por ejemplo un arbusto deberemos buscar una con el fondo
cuanto más profundo mejor.

En cuanto a los
materiales, también hay infinidad de ellos:
BARRO O TERRACOTA:
Están fabricadas de material natural y las hace más atractivas que por ejemplo las de plástico. Tienen una buena aireación, así las raíces pueden respirar y no se pudren por
el exceso de agua, pero retienen menos la humedad, lo que obliga a riegos frecuentes. Por su porosidad evitan el
encharcamiento y conservan el frescor. Cuando se compren deberá sumergirla en agua uno o días, para que al plantar no absorba todo el agua del riego. No es bueno reutilizar macetas
viejas de barro, porque las sales calcáreas que exudan el agua y la tierra acaban
taponando los poros. Si se desea utilizarla, se deberá limpiar cuidadosamente por
dentro y fuera con agua caliente y algo de sosa, para eliminar todo rastro de
cal, que se puede observar como anillos de color blanquecino. Son pesadas y
frágiles, pueden romperse con las heladas fuertes o con algún golpe. También las hay de diferentes calidades en función del precio.


PLÁSTICO Y RESINA:
Menos atractivas y con peor aireación que las de barro, pero retienen más la humedad.
Son más limpias, duraderas y económicas que otras y pesan poco. Deberemos
vigilar más el riego, porque este tipo de macetas necesita tres veces menos riego
que las de barro por ejemplo. Las de plástico rígido y delgado son más baratas,
pero se rompen con facilidad, sobre todo estando a la intemperie, ya que les
afecta mucho el sol. Este calentamiento también es un problema para el
calentamiento de la tierra y raíces de la planta. Las de polietileno son
blandas y flexibles y duran para siempre.
El inconveniente del plástico es que son poco naturales y se decoloran
con el sol. Hoy en día hay muy buenas imitaciones y hay que tocarlas para saber si es plástico o no.


PIEDRA, HORMIGÓN ó URALITA:
La piedra es el material más duradero, pero son muy pesadas por lo que se recomienda que si se van a mover, se coloquen en una
plataforma con ruedas, ya que en el momento de llenarlas con la tierra y el
agua del riego será muy difícil moverlas. Son ideales para un porche o patio. La piedra artificial
aguanta todo tipo de temperaturas, conservando la humedad necesaria para el
buen desarrollo de la planta. Son estancos y no
traspasa
el agua las paredes. El paso del tiempo
deja menor huella que en cualquier otro producto, siendo su deterioro mínimo, y
no necesita ningún tipo de mantenimiento. Las de uralita, no son ni mejores, ni peores que otras, pero como son más feas algunas personas lo que hacen es pintarlas y
eso sí es perjudicial para la planta.
Pintarlas solo por fuera y dejar unos 15 días antes de plantar nada en
ellas, para evitar que los vapores que desprenden puedan dañarla.


MADERA:
Es muy decorativa y cálida. Las maderas utilizadas son el roble, castaño, pino, o la madera exótica. Si está sin
pintar podemos elegir el color que queramos, o bien dejarlo en el color natural
de la madera y añadir una capa de barniz para aislarla de la humedad. También
es aconsejable darle un producto conservante de la madera para evitar que se
pudran. Para darle un aspecto
envejecido, podemos usar el betún de Judea, que podemos encontrar en tiendas de
manualidades, solo hay que extenderlo con un pincel por toda la
superficie,
adquiriendo un veteado en
tonos marrones. Este material tiene la ventaja de que es casi insensible a los
hielos y protege las raíces en invierno.


METAL O CINC:
Son impermeablesy resistentes y resultan muy aptas para las plantas de interior colocadas sobre
un mueble, pero debemos asegurarnos que disponen de un buen drenaje y deberemos vigilar
si el metal se oxida o desprende sales perjudiciales.


HIDROJARDINERAS
Llamamos así a las macetas o jardineras que llevan un recipiente en el fondo que se llena de agua y así la planta va cogiendo en cada
momento la que necesite. Son muy útiles sobre todo para las vacaciones, ya que
se riegan cada 2 ó 3 semanas o más. Algunos modelos grandes llevan ruedas para
poder trasladarlas de lugar. El inconveniente es que son caras.


CUBREMACETAS
Hoy en día las macetas aunque sean de plástico pueden llegar a ser
muy atractivas, pero todavía se suelen utilizar sobre todo para las plantas de
interior, los cubremacetas. Podemos encontrarlos desde cerámica a cristal,
cestería, porcelana, madera, acero inoxidable, cobre o de cualquier otro tipo
de material que imaginemos. También
podemos utilizar recipientes como floreros, ollas o teteras antiguas, porque
resultan muy decorativos. Debemos tener cuidado de vaciar el agua estancada en ellos, ya que de lo contrario se podrían
pudrir las raíces.



CESTAS COLGANTES
Los maceteros colgantes son una buena solución para cuando se tiene
poco espacio en casa o para convertir la pared de una terraza en una cascada de flores. Para instalarlas lo primero que hay que tener en
cuenta es que el techo sea firme y que aguantará el peso, no sólo de la maceta
cuando tiene ya la planta colocada, sino cuando está empapada de agua.
Deberemos colocar debajo un recipiente que recoga el agua sobrante del
riego.
También debemos tener en cuenta
la altura y la que alcanzará cuando la planta ensanche o alargue. Lo ideal es
que quede a la altura de los ojos. Tenga también en cuenta que tendrá que
regarla y deberá resultarle fácil llegar a ella o se olvidará de su cuidado.
Si se colocan fuera, debe tener cuidado donde las coloca, ya que al estar
en una situación más expuesta al frío, si hay heladas se verán muy afectadas.
Para colgarlos se usan ganchos especiales de techo y soportes de pared,
junto con los herrajes especiales, como el giratorio de pescador que le
permitirá mayor movilidad. Para enlazarlos con la maceta se puede usar macramé
de algodón o cáñamo o simplemente una cadena o alambre.
Los recipientes más adecuados son: cestas de mimbre, caña o paja, yaunque son muy agradables a la vista, se estropean muy rápidamente por la
humedad del tiesto. Por ello lo mejor es colocar las plantas en macetas de plástico y no de barro o directamente con plástico sobre el mimbre.
Tradicionalmente se hacían de alambre, bien redondeadas o semicirculares,
aunque hoy en día se
usan más los recipientes de plástico que traen ya la bandeja de drenaje
incorporada. Para utilizar los propios cestillos de alambre como maceteros, depositar en el fondo una capa delgada de polietileno o corcho y luego forrar las paredes
con musgo de esfagno, colocando las raicillas hacia dentro. Si no se encuentra
musgo, podemos hacerla con plástico agrícola. Se recubre la cesta con el
plástico negro y se hacen unos pequeños orificios de drenaje en el fondo.
Llenar un tercio de la cesta con la mezcla de tierra. Hacer cortes en los
costados del plástico para poder introducir cuidadosamente cada esqueje o bolade tierra de cada especie que queramos colocar. Sumergir por completo la cesta en agua, drenar y colgarla.
También se pueden hacer de madera, utilizando listones entrecruzados formando
un cubo, si se forran de musgo resultarán ideales para colgar las
orquídeas epifitas, porque favorecen la aireación de las raíces.
Las plantas más adecuadas para estos maceteros colgantes, son todas aquellas que posean tallos rastreros o colgantes.
Entre las que resaltan por la abundante floración están: la campanuda
isophylla, que es una de las más bellas
y proporciona una floración azul o
blanca durante todo el verano, las variedades de gitanillas o pelargonium y numerosas fucsias.
Si desea una masa frondosa de hojas, una parra rusa (rhoicissu) es
ideal.
Y si no tiene mucho tiempo de cuidar las plantas y desea alguna que no le
dé ningún problema, puede optar por unas cintas (chlorophytum).
Otras plantas adecuadas son la Columnea, aunque algo delicada, y la
hiedra que en su gran variedad de colores y combinada con otras especies, como
la peperomia, resulta muy decorativa.

JARDINERAS
Hay muchas plantas que viven mejor cuando están en grupo. Podemos
agruparlas todas en una jardinera grande, pero conservando cada una en su maceta
de origen. Éstas podemos encontrarlas al igual que los maceteros en gran
diversidad de materiales, colores, con patas para colocar en el suelo o
diseñadas para ser colocadas en la ventana o barandilla. Deberemos colocar en el fondo una capa de
grava húmeda y mantenerla mojada. Sobre ella pondremos las macetas y así se
mantendrá la humedad. Si la jardinera es
muy profunda, conviene rellenar con turba los espacios que quedan entre las
macetas y si la mantenemos húmeda crearemos una atmósfera muy apropiada para
nuestras plantas. Debemos saber también que las plantas en grupo necesitan
menos riego que las solitarias.
Si no queremos mantenerlas en macetas, debemos cuidar que las plantas
sean de similares características, ya que no podemos regar lo mismo un helecho
por ejemplo que otra planta, o bien colocar una planta que necesita sombra con
otra que requiera sol.


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