Una vez concluido el movimiento de tierras, obras de drenaje, instalación de riego, y diseñado zonas de caminos y juegos es cuando debemos plantearnos dónde ubicar nuestras plantas y árboles.
Los hoyos deben abrirse siguiendo un orden de mayor a menor, primero los destinados a árboles, después los arbustos y por último los de las plantas anuales, bianuales y perennes de poco porte. Cuando el terreno no ha sido removido previamente, es recomendable abrirlos una semana antes de la plantación, para oxigenarlo,
sino con unos días será suficiente. Mirar bien la separación entre hoyos, según el tamaño del ejemplar. En la parte inferior y junto con la tierra extraída es importante añadir una pequeña cantidad de mantillo o abono orgánico para mejorar la calidad del suelo.
Las dimensiones depende de la calidad y estructura del terreno, así como del tamaño de cada planta y del que adquiera cuando sea adulta. Cuando el terreno es arcilloso o muy compacto el hoyo deberá ser algo mayor de lo normal, para que las raíces encuentren suficiente terreno removido. En zonas arenosas deben ser un poco
más pequeños de lo normal. Como orientación, un rosal o arbusto similar en tamaño precisará 35 centímetros por cada lado, un arbusto bajo a raíz desnuda, unos 40 centímetros, un arbusto medio de hasta 1,75 centímetros de alto, precisará un hoyo de 50 centímetros si es de contenededor o 70 centímetros si está en cepellón. Un árbol frondoso o conífera de hasta 6 metros precisa un hoyo de 1 metro y uno con un porte entre 4 y 8 metros debe afianzarse en una zanja que tenga al menos 1,30 metros de profundidad y la
misma distancia de ancho.
En la mayor parte de las especies, en especial en las coníferas, la humedad retenida en torno a las raíces perjudica su crecimiento. Por eso es recomendable llenar el hoyo de plantación con agua y si en unas dos horas no ha desaparecido, es que la tierra es poco permeable y hay que dotarla de una adecuada red de evacuación
de aguas, o bien recurrir a plantar especies que soporten esa humedad como Bambusa, Eucalyuptus, Populus, Salix, Tamarix, etc.
Para que una planta se desarrolle con normalidad, es preciso plantarla en el momendo adecuado. Si se planta antes o después del momento justo, cuando germine la jóven plántula no encontrará las condiciones ambientales adecuadas, morirá víctima del frío o el calor. Por regla general la mejor época de plantación es comienzo
de la primavera.
Plantas para plantarse en la estación fría
Durante esta época del año el suelo está demasiado frío para que las semillas puedan germinar, pero pueden realizarse plantaciones de árboles y arbustos de hoja caduca, por ejemplo lilo, pruno, arce, forsythia, incluso rosales. En esta época también se plantan las bulbosas que florecerán en primavera, como anémonas o ranúnculos.
Es un buen momento para plantar
los esquejes de las podas de arbustos y árboles, como tamarix, sauces, aligustres.
Si tenemos un invernadero a 18-20ºC se pueden preparar los semilleros o esquejados de plantas como begonia, cóleo, gloxinia o ciclámen.
Plantas para plantarse en primavera
Se pueden plantar los árboles y arbustos de hoja caduca que no soportan el frío intenso, como clematis, jacaranda o ampelopsis. También se plantan los macizos de petunias, caléndulas, antirrinum, alyssum o canna, para que puedan florecer en verano.
Plantas para plantarse en la época cálida
Se plantan todas aquellas plantas cuya floración tenga lugar a mediados y finales del verano y principios de otoño, como la fuchsias, crisantemos, geranios, pensamientos, tagetes. Por lo general se pueden plantar todas las anuales que se quiera que florezcan en el año y las bianuales del año siguiente.
Plantas para plantarse en el otoño
A no ser que dispongamos de inviernadero, no se prepara ningún tipo de semillero. Sólo es buena época para plantar bulbosas de estación fría como crocus, narcisos o muscaris y para los árboles plantados a raíz desnuda.
Casi todas las plantas con la excepción de los helechos y otras pocas, florecen a lo largo de todo el año. La floración depende de dos factores fundamentales: luz y temperatura. La luz es el más importante, pues es la que regula todo el proceso.
Hay plantas denominadas de " día largo" , que son aquellas que necesitan para florecer 16 horas diarias de sol y comprende casi todas aquellas de la zona templada que florecen durante la época cálida.
Las otras son denominadas de " día corto" , y son aquellas que para florecer precisan un fotoperíodo de menos de 10 horas de luz, como por ejemplo la flor de Pascua o kalanchoe.
La temperatura también es importante, porque de ella depende en muchas casos su floración, ya que requieren una temperatura muy estricta. Los cactus, por ejemplo, la mayoría no florece si en el invierno no han permanecido entre 10-12ºC y en el verano tienen 25ºC.
Hay plantas que al ser naturales de otras zonas, mientras que en su país florecen en verano, aquí lo hagan en invierno.
Plantas que florecer en la época fría
Aunque es la época menos favorable, hay muchas especies que florecen en esta época, como por ejemplo la poinsetia, anémonas, algunas prímulas. Y en el interior, florecerán la mayor parte de las bulbosas que normalmente florecerían en la época templado-cálida, como tulipanes, narcisos y jacintos.
Plantas que florecen en la época templado-cálida
Con la llegada de la primavera florecen multitud de plantas, entre ellas cinerarias, godetias, calceolarias, clivias, camelias, mimosas, celosias.
Plantas que florecen en la época cálida
Sobre todo a principios de verano, es cuando el jardín y terrazas están en todo su esplendor, ya que florecen la mayor parte de las bianuales, casi todas las anuales y prácticamente todas las perennes. Por ejemplo, campanulas, fuchsias, caladium, gloxinias, la mayor parte de las begonias, rosales y aster.
Plantas que florecen en otoño
En esta época florecen aquella denominadas de día corto, como ciclámen, crisantemos, pimientillos ornamentales y azaleas.
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